El proceso de lacado consiste en recubrir el aluminio con una capa de revestimientos sintéticos. El lacado del aluminio con pintura en polvo se realiza mediante deposición electrostática y su posterior polimerización en un horno a temperaturas próximas a 200ºC. Este proceso convierte la superficie en altamente resistente a condiciones atmosféricas severas.
El lacado de perfiles es otro de los tratamientos de superficie del aluminio que, además de protegerlo aún más de la corrosión natural, permite obtener una ilimitada variedad de colores con la que dar respuesta a las necesidades de los profesionales de la arquitectura.
El color es fundamental a la hora de crear armónicos conjuntos estéticos en los proyectos de arquitectura. En este sentido, DCA ofrece una extensa gama de colores que van desde los acabados clásicos, brillo o mate, pasando por los lacados especiales con texturas rugosas, lacado de imitación de materiales nobles como la madera (pino, roble, castaño, teca, sapelly, cerezo, nogal,…) hasta el lacado antibacteriano compuesto de iones de plata adheridos a una resina completamente inerte y natural, que previene el crecimiento y la migración de bacterias, virus, mohos, hongos y levaduras.
El lacado DCA está avalado con los sellos de máxima calidad de ámbito europeo QUALICOAT, SEA-SIDE y QUALIDECO, que reconocen y garantizan todo el proceso.